Historia

Globos y dirigibles
Aunque el principio del globo aerostático había sido demostrado con éxito a comienzos del siglo XVIII. Los experimentos de los pioneros franceses Joseph y Jacques Étienne Montgolfier se recuerdan mejor, porque finalmente consiguieron el primer vuelo pilotado por el hombre. Siguiendo experimentos fructuosos con globos aerostáticos no pilotados, realizados un poco antes en el mismo año, el 17 de septiembre de 1783, los hermanos Montgolfier desplegaron el primer globo que llevó por el aire con seguridad a los primeros pasajeros: un gallo, un pato y una oveja. Menos de un mes después, el 15 de octubre, François Pilarte de Rozier se convirtió en la primera persona que se subía en un globo, utilizando un globo aerostático Montgolfier atado a tierra.
El 21 de noviembre, junto con el marqués d'Arlandes, De Rozier también hizo el primer vuelo en globo no cautivo, volando por encima de París durante unos 25 minutos, Sin embargo, pasaron muy pocos días antes de que Jaqcues Charles y uno de los hermanos Robert recorrieran una distancia de unos 43 kilómetros en un globo de hidrógeno.
La naturaleza impredecible de los viajes en globo pronto llevó al intento de proyectar dirigibles. Los dirigibles son artefactos voladores mecánicos más ligeros que el aire que pueden ser conducidos o dirigidos. No pasó mucho tiempo antes de que los dirigibles se alejaran de la envoltura esférica típica de los globos, y algunos fueron de estructura rígida. El primer dirigible pilotado y mecánico fue probado con éxito por el francés Henri Giffard (1825-1882) en 1852. Empezando en París el 24 de septiembre, Giffard voló unos 24 kilómetros, conduciendo su dirigible a una velocidad media de sólo 8 Km por hora.
Un nombre estrechamente asociado con los dirigibles es el del conde alemán Ferdinand von Zeppelin (1838-1917), cuyo primer dirigible, el LZ1, hizo su ascensión inaugural el 2 de julio de 1900. Los zeppelines construidos para el ejército y la armada alemanes se utilizaron con efectos considerables durante la Primera Guerra Mundial, con ataques de zeppelín por encima de Gran Bretaña a partir de enero de 1915. Antes de que empezara la guerra, los zeppelines se utilizaron también para el primer servicio comercial aéreo de pasajeros del mundo.
Los primeros años del avión

Los pioneros estadounidenses Wilbur (1867-1912) y Orville (1871-1948) Wright fueron los primeros en realizar un vuelo sostenido, con un avión mecánico más pesado que el aire, dirigible y que transportaba hombres. El 17 de diciembre de 1903, Orville realizó el primer vuelo histórico en su avión, el Flyer, aunque el vuelo sólo duró 12 segundos y cubrió apenas 36 metros. Aquel mismo día se realizaron otros dos vuelos, el más largo de los dos duró 59 segundos y cubrió 260 metros.
A partir de 1906 aproximadamente, los hermanos Wright dejaron de ser los únicos aviadores pioneros. Por la misma época, en Europa se realizaron también pruebas exitosas y el 25 de julio de 1909, el francés Louis Blériot (1872-1936) se convirtió en el primer hombre que volaba en un avión por encima del canal dela Mancha. En el mismo año los hermanos Short, ingleses, pusieron en marcha la primera línea de producción de aviones, construyendo seis Modelos A de los hermanos Eright antes de seguir adelante con sus propios diseños.
Fechas más características
Primer vuelo mecánico y dirigido de un avión: Wilbur Wright observa mientras Orville pilota el Flayer en Kitty Hawk, Carolina del Norte, el 17 de diciembre de 1903.
Charles Lindbergh, el primer hombre que cruzó el Atlántico en vuelo en solitario y sin parar, al lado del Spirit of St Louis. Su histórico vuelo duró 33 horas y 39 minutos desde el despegue el día 20 e mayo de 1927
Con el Boeing Model 247 que voló por primera vez en 1933, empezó la era del avión de pasajeros moderno. El 247 fue el primer avión de pasajeros monoplano totalmente metálico con alas en voladizo de implantación baja y tren de aterrizaje replegable
El dirigible alemán Hindenburg, en llamas mientras se acerca a su amarre en Lakehurst, Nueva Jersey, el 6 de mayo de 1973; la era de los grandes dirigibles para pasajeros había terminado
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El H4 Hercules de Hughes fue le mayor hidroavión jamás construido, con una envergadura de 97,54 m. Cuando llegó su primer y único vuelo en noviembre de 1947, la era del hidroavión prácticamente había finalizado
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El Vought-Sikorsky VS-300 visto aquí pilotado por el diseñador Igor Sikorsky, fue el primer helicóptero estadounidense que tuvo éxito. Hizo su vuelo inaugural el 13 de mayo de 1940
El bombardero turborreactor Messerschmitt Me 262A-2 a. El Me 262 alemán y el Gloster Meteor británico marcaron el comienzo de la era del turborreactor en julio de 1944.
Prototipo del de Havilland Comet. El Comet introdujo la propulsión del turborreactor en la aviación comercial en 1952.
Harrier GR.Mk 3 de British Aerospace: el Harrier, que entró en servicio en 1969, fue el primer avión funcional con capacidad de despegar y aterrizar verticalmente
El prototipo Bell-Boeing Osprey, que voló por primera vez en marzo de 1989, demostró el concepto del rotor inclinado.
HISTORIA DE LA AVIACIÓN MILITAR

El empleo de los aviones, se ha ido modificando a medida que mejoraban las características técnicas.
Los orígenes.
En Francia, era el país, donde mejor estaban preparados para acoger la aviación y donde las autoridades militares estaban mejor dispuestas para desarrollar el arma aérea. Ellas facilitaron las investigaciones del coronel Renal (dirigibles, motores, hélices) y las de Clément Ader (el “avión”). En 1981 tuvo lugar en Satory, en presencia de Freycinet, presidente del Consejo y ministro de la Guerra, la experiencia histórica del despegue del “Éolo”. A pesar del accidente ocurrido, el ministro decidió hacer proseguir los ensayos a cargo de la defensa nacional, pero los militares fueron demasiado ambiciosos y exigieron ya de este iniciador de todos los prototipos de aeronave lo que Maurice Farman no realizaría hasta quince años más tarde. El apoyo del estado cesó en 1897. En 1909, el ministro de Guerra, el general Brun, decidió la compra de aeroplanos para el ejército, convencido sobre todo, por la travesía del canal de la Mancha. Además del presupuesto ya existente en el cuerpo de ingenieros para la aeronáutica (globos y dirigibles) un nuevo artículo, llamado “29 bis”, se añadió al capítulo de la aviación de la ley del presupuesto para dotar a la artillería de algunos aviones, y enviar los diez primeros oficiales a las escuelas civiles de pilotaje.
En la misma época, Alemania disponía de un presupuesto para la aeronáutica diez veces superior, pero solamente se interesaba en los globos y sobre todo lo zepelines.
En 1910, Francia poseía una treintena de aeroplanos. Fue un periodo de intensa investigación. Fue también la época de las primeras maniobras con empleo del avión y las primeras incursiones a través del campo. En octubre de 1910, un decreto creó la Inspección Permanente de Aeronáutica Militar, servicio que reagrupaba en el ejército de tierra todas las tropas y establecimientos de la aerostación y la aviación, y se creó la primera escuadrilla en 1912.
Al entrar en la guerra, se contaba con la mejor aviación del momento y sobre todo con pilotos entrenados: Barés y Bellenger se habían entrenado en operaciones durante la guerra de los Balcanes en 1912. Pero los resultados obtenidos por Francia eran conocidos por todo el mundo, y, desde 1910 ó 1911, todos los países extranjeros se interesaron por esta nueva arma.
Alemania , destacaba en los dirigibles gracias al conde Ferdinand von Zeppelin y tomó conciencia, de su retraso en el campo de los más pesados que el aire. En 1912, se lanzó una industria aeronáutica que le permitiria, en septiembre de 1915, sobrepasar a Francia. Italia, atraída por la aviación, fue la primera en emplear el avión en operaciones militares. En 1912 la mayoría de los países europeos utilizaban aparatos franceses, ya que eran los mejor adaptados al empleo militar, y enviaban personal a sus escuelas de pilotaje.
1914-1918. I Guerra Mundial: La aviación conquista el derecho a contarse entre los ejércitos.
La Primera Guerra Mundial fue la que permitió mostrar las posibilidades reales del avión. Todo cuanto se hizo después fue imaginado y ensayado en el curso de esta guerra. Debe considerarse, el poco crédito de que gozaban los aviadores al iniciarse la guerra, la debilidad de los medios en 1914 (alrededor de 200 aviones en todo el ejército francés, y más o menos otro tanto los alemanes) y las modestas características técnicas de sus aparatos. A finales de 1914, los primeros resultados obtenidos (en particular el descubrimiento del cambio de dirección del ejército de Von Kluck hacia el Marne) modificaron la opinión general. Al final de la Guerra, los efectivos en línea se habían multiplicado por veinte. El equipamiento, inexistente en 1914, apareció poco a poco: ametralladoras, brújula de navegación, bombas especiales lanzadas por lanzabombas bien adaptados, visores de tiro y de bombardeo, cámaras fotográficas para vistas aéreas, etc. La aviación, jugó un papel de primer orden y cada jefe de unidad exigió disponer de sus propios aviones.

• Diversificación de las misiones de la aviación.

La guerra de movimiento había demostrado la utilidad del reconocimiento aéreo; la guerra de posición hizo nacer la observación de las retaguardias del campo de batalla. La aviación de 1915 encontró así su primera misión: ir a sobrevolar al enemigo y ver más lejos, más rápidamente y de modo más preciso todo cuanto estaba fuera de la visión o era mal observados por los globos balón.
La detección de los indicios que permitían desvelar los movimientos de material, el relevo de tropas y los abastecimientos de munición pasó muy pronto a los estados mayores, que comenzaron a apreciar su valor. La localización exacta de las posiciones artilleras, el reglaje de los tiros propios y las fotografías de las trincheras aportaron al combatiente de tierra una ayuda con la que muy pronto aprendió a contar.
Estas misiones fueron tan fructíferas que el adversario necesitó recurrir contra ellas. Así nació el caza, que atacaba al observador o le prohibía un espacio de cielo. Le impidió al enemigo la información observada. Pero fue tambien necesario facilitar a los aviones amigos las tareas que se pretendían impedir a los otros. Los cazas acompañaron entonces a los aviones de observación y les protegieron contra los ataques de la caza enemiga.
Incluso antes del nacimiento del caza el avión fue utilizado como “bombardero” llevando asi al corazón del pais enemigo más la seguridad aparente que la destrucción real. Las incursiones de los Gothas sobre París y los aviones gigantes alemanes R sobre Londres pueden ser considerados como los precursores de las grandes acciones de bombardero de la II Guerra Mundial.